lunes, 25 de julio de 2011

Si algún día





Si algún día me ves trabajar
es porque la vida se forja con trabajo, al igual si me ves descansar, también el descanso alimenta al cuerpo que trabaja.

Si un día me ves sediento de lectura y conocimiento, no me acuses de ignorante, cualquier  libro que tengas a bien regalarme o prestarme, sera una gota de agua que calmara mi sed del saber.

Si un día me ves harapiento, también yo podría perder mi trabajo y pasaría a formar parte de la gran escalera de indigentes que pululan en nuestra bella cuidad, no me rechaces cuando me veas pedirte un mendrugo de pan.

Si un día me ves al borde de la locura, no pienses que escogí estar loco por salir de mi aburrimiento, o por excéntrico, podría ser que las muchas dificultades con las que comulgo diariamente me estén llevando a perder mi sano juicio.

Si un día me ves caminar con mi cabeza entre mis hombros, podríamos atribuírselo a dos posibles razones, la primera podría estar yo pensando en mi próximo escrito, la segunda posiblemente este pensando como llegar al final del día con una cara sonriente después de vencer el miedo a la tristeza.

Si un día me ves manejando en sentido contrario a mis principios, no me mal interpretes, recién llego de Australia y el manejar en sentido contrario tiene mucho sentido en ese país de Dios, no soy muy bueno manejando mi propia vida en una sola vía, estoy aprendiendo a manejar en todos los sentidos posibles para no chocar contra la aburrida corriente de lo común.

Si un día me ves con las manos en los bolsillos, posiblemente este contando las pocas monedas que adornan mis lamentos financieros o que me restan de la paliza económica que me dio el pagar la renta de mi casa.

Si un día me ves reír solo posiblemente este celebrando en grande algún chiste viejo que jamas entendí hasta el sol de hoy o mis zapatos se ríen conmigo porque aun nos falta mucho trecho por caminar, mis zapatos y yo adoramos la filosofía de caminar el uno al lado del otro con un pie puesto en el optimismo.

Si un día me ves llorar por las cosas mas insignificantes de la vida o por las que significan mucho para mis adentros, podría ser que mi sentir interno pide a gritos que le deje pasear por mis arrugadas mejillas, o porque sencillamente he logrado una sensibilidad superior y poco común. Puedo llorar por las injustas razones por las que un marido ebrio vocifera hasta sacar lagrimas a una esposa que solo ruega poder despertar viva un día mas, puedo llorar por el mismo ebrio tirado en un rincón donde se lamenta de haber abusado de su propia suerte y salud.

Si un día me ves escribiendo un poema, y notas que se tan poco de poesía, o de un alejandrino, o una octosílaba, o de métrica, o de nociones teóricas, comprende que solo trato de dar a conocer mis sentimientos a manera de cura para mi alma, lo demás es pura ficción y sano esparcimiento.

Si alguna vez uno de esos poemas llegara a gustarte no me llames poeta, no lo soy, solo aprendo a plasmar mis memorias, encantos y desencantos sobre una hoja de servilleta robada en algún restaurant, donde no pague por un vaso de agua que apenas calmo mi sed del momento.


Eleazar Perez Caceres

1 comentario:

SUSURU dijo...

palabras que están enhebradas con pura sensibilidad y sentimientos formando un hermoso collar que es este poe,a.
abrazo